Ya había ganas de volver a ver a nuestros padrinos de lectura y por fin llegó el momento. En esta ocasión, ellos habían hecho dibujos de tres cuentos clásicos y con su ayuda coloreamos las escenas de cada cuento.
Después, recortamos y ordenamos la
secuencia de cada cuento.
Por último, ellos nos contaron el cuento
de Caperucita y nosotros le contamos el de Los tres cerditos.
Nos encantan estos momentos en los que
trabajamos codo con codo con los compañeros mayores, y se nos ilumina la cara
cada vez que nos cruzamos con ellos en el patio o los pasillos.