02 noviembre 2019

El fin de los miedos (4 años)

Hace ya casi dos meses que comenzamos nuestro primer proyecto de este curso. Todo comenzó un día al llegar a clase y encontrarnos una pequeña caja misteriosa en el centro de la asamblea. En ella encontramos una linterna sobre la que entablamos un extenso diálogo sobre su manejo, sus utilidades… hasta llegar al miedo a la oscuridad y a otros muchos temores que esconde la oscuridad. Expusimos ante todos los compañeros nuestros miedos a los monstruos, fantasmas, brujas, arañas, vampiros…
Pero no tardamos en descubrir que todos esos personajes pueden ser muy divertidos y sacar un montón de carcajadas, como ocurrió con la adaptación del cuento “Estos monstruos no dan tanto miedo” que os dejamos a continuación para que también vosotros os podáis reír un buen rato.


Además, descubrimos a “Juan sin Miedo” y desde entonces no hemos parado de cantar su canción que a partir de ahora cantaremos para espantar los pequeños miedos que puedan aparecer en algún momento.


Las sombras pueden llegar a asustar en alguna ocasión, pero si las conocemos de cerca, descubrimos que podemos jugar con ellas y disfrutar un montón de momentos de diversión. Para conocerlas mejor, salimos al patio un día soleado y repasamos con tiza la sombra monstruosa que hacía nuestro gemelo.

    

Uno de los miedos que teníamos la mayoría era a la oscuridad, pero hemos descubierto que gracias a ella podemos hacer un montón de juegos. Para realizar alguno de estos juegos, llevamos a clase una linterna con la que jugamos libremente en un primer momento y a la que después colocamos filtros de papel celofán de colores. En otra ocasión y por gemelos hicimos sombras en las paredes ayudados de la linterna. Y por último, jugamos a “tinieblas”, un juego en el que dos compañeros tenían que identificar en la oscuridad a otros dos tocando su cara.


A lo largo de todo el proyecto y con ayuda de nuestras familias hemos ido trayendo a clase cosas que tienen que ver con el miedo. Nos encanta mostrárselo a todos los compañeros y explicarles lo que hemos traído y por qué.


Por si aún quedaba algún miedo, entre todos hemos construido un monstruo muy simpático que se encarga de comérselos, tan solo tenemos que dibujar ese miedo y dárselo de comer y automáticamente nos olvidamos de él.



Descubrimos que hay música que puede dar miedo pero nosotros con esa música decidimos desplazarnos por el aula como si fuéramos momias, esqueletos, fantasmas, brujas, momias, vampiros…
También probamos a dibujar nuestros propios monstruos pero con ayuda de un dado, pues al lanzarlo, obteníamos el número de ojos, bocas, brazos, orejas… La verdad es que el resultado fue monstruoso.


A lo largo del proyecto hemos realizado diferentes rutinas de pensamiento, una de ellas fue un veo, pienso, me pregunto sobre la obra pictórica el Grito. Después conocimos a su autor Edvard Munch, y algunos de sus cuadros más importantes. También tuvimos la ocasión de copiar o más bien reinterpretar su obra.



Como no podía faltar, a lo largo de todo el proyecto, nos hemos aprendido el poema “Para perder el miedo” de Carmen Gil, que os queremos mostrar a continuación.

     

Entre las múltiples sesiones de rincones que hemos realizado a lo largo de estos meses, una de ellas estuvo especialmente centrada en el tema del proyecto. Así, pudimos encarcelar a los personajes del miedo de acuerdo a las cantidades que nos exigía cada celda; leímos los cuentos que los compañeros habían traído sobre el tema; dibujamos monstruos en la pizarra; creamos un monstruo con pintura fluorescente y ojos móviles…


Por último, aquí os dejamos los rincones de exposición que hemos creado con todas las aportaciones que hemos ido haciendo.


Y ahora… comenzaremos una nueva aventura.