Hace
ya casi dos meses que comenzamos nuestro primer proyecto de este curso. Todo
comenzó un día al llegar a clase y encontrarnos una pequeña caja misteriosa en
el centro de la asamblea. En ella encontramos una linterna sobre la que entablamos un extenso diálogo
sobre su manejo, sus utilidades… hasta llegar al miedo a la oscuridad y a otros
muchos temores que esconde la oscuridad. Expusimos ante todos los compañeros
nuestros miedos a los monstruos, fantasmas, brujas, arañas, vampiros…
Pero no tardamos en descubrir que todos esos
personajes pueden ser muy divertidos y sacar un montón de carcajadas, como
ocurrió con la adaptación del cuento “Estos monstruos no dan tanto miedo” que
os dejamos a continuación para que también vosotros os podáis reír un buen
rato.
Además, descubrimos a “Juan sin Miedo” y
desde entonces no hemos parado de cantar su canción que a partir de ahora
cantaremos para espantar los pequeños miedos que puedan aparecer en algún
momento.
Las sombras pueden llegar a asustar en alguna
ocasión, pero si las conocemos de cerca, descubrimos que podemos jugar con
ellas y disfrutar un montón de momentos de diversión. Para conocerlas mejor,
salimos al patio un día soleado y repasamos con tiza la sombra monstruosa que
hacía nuestro gemelo.
Uno de los miedos que teníamos la mayoría era
a la oscuridad, pero hemos descubierto que gracias a ella podemos hacer un
montón de juegos. Para realizar alguno de estos juegos, llevamos a clase una
linterna con la que jugamos libremente en un primer momento y a la que después
colocamos filtros de papel celofán de colores. En otra ocasión y por gemelos
hicimos sombras en las paredes ayudados de la linterna. Y por último, jugamos a
“tinieblas”, un juego en el que dos compañeros tenían que identificar en la
oscuridad a otros dos tocando su cara.
A lo largo de todo el proyecto y con ayuda de
nuestras familias hemos ido trayendo a clase cosas que tienen que ver con el
miedo. Nos encanta mostrárselo a todos los compañeros y explicarles lo que
hemos traído y por qué.
Por si aún quedaba algún miedo, entre todos
hemos construido un monstruo muy simpático que se encarga de comérselos, tan
solo tenemos que dibujar ese miedo y dárselo de comer y automáticamente nos
olvidamos de él.
Descubrimos que hay música que puede dar
miedo pero nosotros con esa música decidimos desplazarnos por el aula como si
fuéramos momias, esqueletos, fantasmas, brujas, momias, vampiros…
También probamos a dibujar nuestros propios
monstruos pero con ayuda de un dado, pues al lanzarlo, obteníamos el número de
ojos, bocas, brazos, orejas… La verdad es que el resultado fue monstruoso.
A lo largo del proyecto hemos realizado
diferentes rutinas de pensamiento, una de ellas fue un veo, pienso, me pregunto
sobre la obra pictórica el Grito. Después conocimos a su autor Edvard Munch, y algunos
de sus cuadros más importantes. También tuvimos la ocasión de copiar o más bien
reinterpretar su obra.
Como no podía faltar, a lo largo de todo el
proyecto, nos hemos aprendido el poema “Para perder el miedo” de Carmen Gil,
que os queremos mostrar a continuación.
Entre las múltiples sesiones de rincones que
hemos realizado a lo largo de estos meses, una de ellas estuvo especialmente
centrada en el tema del proyecto. Así, pudimos encarcelar a los personajes del
miedo de acuerdo a las cantidades que nos exigía cada celda; leímos los cuentos
que los compañeros habían traído sobre el tema; dibujamos monstruos en la
pizarra; creamos un monstruo con pintura fluorescente y ojos móviles…
Por último, aquí os dejamos los rincones de
exposición que hemos creado con todas las aportaciones que hemos ido haciendo.
Y ahora… comenzaremos una nueva aventura.