23 enero 2022

Tengo una vaca lechera (3 años)

Una vez en la granja, nos acercamos al prado de las vacas donde, con ayuda de nuestras familias y el siguiente vídeo, aprendimos muchas cosas para contárselas a nuestros compañeros y compañeras en clase.

Sin saber cómo ni de qué manera, apareció una vaca en clase un tanto triste por haber perdido sus manchas, pero eso tenía fácil solución: un bote de pintura negra y unos cuantos pinceles.

Nos pusimos manos a la obra y en un momento la vaca sonreía de oreja a oreja.

La vaca muy agradecida nos regaló su leche, aunque para ello tuvimos que aprender a ordeñarla. Con un poquito de delicadeza para no hacerle daño y un poquito de práctica, comenzó a salir un chorrito de leche.

Esa leche que nos dio la vaca se convirtió en yogurt, queso y mantequilla. Con todo ello nos preparamos una riquísima merienda antes de salir al patio. 

Aunque estábamos centrados en la vaca, no íbamos a olvidarnos del resto de animales. Muchos de los rincones, como no podía ser de otra manera, giraron en torno a la granja, Hicimos el tejado de sus casitas (trazo oblicuo), los metimos en sus corralitos (asociar número-cantidad), hicimos una composición realizando estampaciones, construimos nuestra propia granja con cajas o coloreamos una corona de vaca.

En la clase de Music, hemos conocido un instrumento nuevo: el cencerro.

Lo hemos comparado y contrastado con una campana, hemos aprendido para qué lo utilizan los ganaderos y por qué lo usan las vacas. Además, hemos jugado con los matices de intensidad del sonido (forte y piano): un amigo o amiga se convertía en vaca y tenía que ir por la clase mientras los demás nos tapamos los ojos. Cuando estaba cerca escuchábamos el cencerro forte y cuando estaba lejos piano.

A lo largo de toda la semana, hemos estado practicando un baile que hemos puesto en práctica junto a nuestras familias. Aquí nos tenéis disfrutando del momento.

   

Y seguimos haciendo aportaciones a nuestro rincón de exposición que está quedando precioso.