Hemos comenzado el año con un
nuevo protagonista de cada clase, Helena y Alejandra. Ellas nos han ayudado a
conocerlas un poquito mejor, nos hemos fijado en el color de sus ojos, de su
pelo, sus gustos… y han sido las encargadas de darnos los buenos días y de
hacer las rutinas de la asamblea, además de ir las primeras en la fila.
Y por supuesto hubo sorpresa
el viernes por la tarde. A la clase de “Los papás y las mamás” nos visitaron
Marina y Lucas, los papás de Alejandra que nos propusieron decorar la inicial
de nuestro nombre con pequeños pompones de colores. Después jugamos a la
gallinita ciega y nos contaron un cuento con el que aprendimos a querernos a
nosotros mismos un poquito mejor.
Los padres de Helena, Marina
y Hugo de la clase de “Los elefantes”, nos contaron el cuento “A qué sabe la
Luna”. Los animales querían saber a qué sabía la Luna y, todas las noches la
miraban e intentaban coger un pedacito de ella, estiraban cuellos, brazos y piernas,
pero no llegaban a alcanzarla. La tortuga tuvo una idea genial, y fueron
subiéndose el elefante, la jirafa, el león, el mono, el zorro… mientras la Luna
se reía y subía cada vez más alto, hasta que se subió un ratón y la Luna pensó,
que un animal tan pequeñito no llegaría a morderla. El ratón consiguió coger un
pedacito, que fue pasando a cada animal para que lo probara. A cada uno le
sabía a… ¡su comida favorita!
Nos divertimos mucho estriándonos
como los animales, haciendo los sonidos y pensando cual era nuestro sabor
favorito. Aprendimos que trabajando en equipo podemos conseguir un objetivo
común.