Como ya sabéis durante estas semanas hemos comenzado con nuestro primer proyecto de este curso “El fin de los miedos”. Hemos compartido con nuestras profes y nuestros compañeros/as algunos de nuestros miedos y hemos intentado afrontarlos para que poco a poco vayan desapareciendo.
Hemos fabricado
un monstruo cada clase que da mucho miedo, 4 años A le ha llamado “Gracioso” y
4 años B “Monstruo”. Pero no penséis que es un monstruo cualquiera, es un monstruo
come-miedos, cada uno ha dibujado sus miedos y se los hemos dado para que se
los coma. No sabemos como pero todas las mañanas cuando volvemos al colegio, lo
primero que hacemos es mirar en su boca y por arte de magia se los ha comido y
los ha hecho desaparecer.
También
hemos jugado con nuestras sombras, hemos creado monstruos de formas y colores y
hemos experimentado con nuestras linternas.
Os dejamos
por aquí nuestra poesía del miedo, que ya casi nos la sabemos…
“Para
perder el miedo”
Yo no
tengo ningún miedo
de fantasmas
fantasmones.
El miedo
me importa un bledo,
pues se
espanta con canciones.
Se le ha
roto el calcetín
al fantasma
Draculín
y todo el
mundo le ve
el dedo
gordo del pie.
Dicen que
al fantasma Guido,
la sábana
le ha encogido
y ahora,
de frente o de espaldas
siempre
asusta en minifalda.
Hoy la
bruja Genoveva
ha estrenado
escoba nueva,
y al
conducir, pobrecilla
se choca con lo que pilla.