Todos
los años, cuando comenzamos el curso, nos gusta dedicar un día para conocernos
mejor y hacerlo de forma divertida. Para ello nos fuimos a una finca situada en
Guadarrama, y allí formamos grupos con compañeros procedentes de todas las clases para hacer
un montón de juegos muy divertidos. También pudimos observar cómo el otoño
había comenzado con las primeras hojas que caídas, las castañas, algunas piñas…
Tanto
disfrutamos y con tanta intensidad, que el viaje de vuelta muchos de nosotros
nos quedamos dormidos.
Un gran
día de convivencia que merece la pena volver a disfrutar.