Todo comenzó con un cuento En el que unos niños, mágicamente, viajaron a la selva donde vivieron una emocionante aventura. Tras el cuento, en asamblea, expusimos lo que sabíamos de la selva y todo lo que queríamos aprender sobre ella.
Pero, aunque estemos en la
selva, no puede faltar la música y desde ese día no paramos de bailar la
canción “Cuando yo a la selva fui” del grupo Pica Pica.
Poco a poco comenzamos a
descubrir cosas sobre la selva y a diferenciarla de otro lugar que se llama
saban. Para ello, llevamos a cabo un “compara y contrasta” que nos ayudó a encontrar
algunas semejanzas y muchísimas diferencias.
Entre las diferencias más significativas
que encontramos entre la selva y la sabana, son los animales que viven en
ellas. Con tarjetas con fotos de algunos de ellos, los fuimos separando y nos
llevamos algunas sorpresas.
Descubrimos que algunos de
ellos pueden vivir en la selva y en la sabana, pero lo que más nos llamó la
atención es que el león solo vive en la sabana y por lo tanto no puede ser el
rey de la selva. Desde ese día hemos descubierto algunos errores como en la canción
de la selva de Luli Pampín en la que aparece el león en la selva.
También hemos conocido algunas
plantas como la orquídea, los nenúfares o las plantas carnívoras, y algunos
árboles como palmeras, el árbol del caucho o el árbol del cacao, sobre el que
hemos tenido que investigar con nuestra familia y contárselo en clase al resto
de compañeros.
Y como sabíamos tanto sobre el cacao, no podíamos dejar pasar la oportunidad de realizar un análisis sensorial con cata incluida. Fueron algunas de nuestras familias las que lo prepararon todo y nos dieron esta dulce sorpresa. Desde aquí queremos daros las gracias por habernos brindado este momento tan especial.
No puede faltar el rincón de
exposición del proyecto de la selva, en el que vamos colocando todas aquellas
cosas relacionadas con la misma, y que previamente hemos enseñado y explicado a
todos los compañeros. Aquí tenéis todo lo que hemos ido mostrando.