18 marzo 2019

El tren de la alimentación saludable (3 años)

Ya hace algunas semanas os informamos acerca de algunas cosillas sobre nuestro proyecto “Con las manos en la masa”, y ha llegado el momento de que os contemos como termina esta aventura. Después de conocer los cereales, las frutas y verduras, y los lácteos, nos tocó llenar el vagón de las carnes y pescados. Con ello,  aprendimos el nombre de las tiendas y de los profesionales que venden estos productos.



Pero qué mejor forma de aprender, que vivirlo y experimentarlo. Por esta razón, nos dimos un pequeño paseo hasta el supermercado más cercano al colegio donde pudimos observar las diferentes secciones (panadería, frutería, pescadería, carnicería…), sus productos y hablar con sus responsables. También llevábamos la lista de la compra, y fuimos recogiendo solo aquellos productos que necesitábamos comprar.


Una vez en el colegio tras la visita al súper, pudimos ver, oler y tocar un pequeño pescado llamado boquerón.  Con la leche y las fresas que habíamos comprado, hicimos un batido, y trabajamos algunas normas de seguridad que debemos tener en cuenta cuando entramos en la cocina.




Y por fin llegamos al último vagón, el de los dulces. Es el que más nos gusta y precisamente el más pequeñito. Hemos aprendido que, aunque los alimentos que lleva este vagón son los que estaríamos comiendo a todas horas, no debemos hacerlo si queremos tener una buena salud.


Como a nadie le amarga un dulce, nos pusimos a hacer una sencilla tarta con obleas, mermelada y crema de cacao. Lo más divertido fue decorarla con estrellitas de azúcar o Lacasitos, y lo mejor de todo, comérnosla. Os dejamos un vídeo con la receta para que podáis hacerla en casa.



Pero la actividad más dulce que hemos realizado estos días la hemos llevado a cabo en nuestro libro de artistas, donde hemos dado rienda suelta al artista que llevamos dentro, esta vez con chocolate. Fue muy divertido, dulce y sobre todo muy muy pegajoso.



Y no podía faltar nuestra poesía, en esta ocasión la autora es María Negrín y el poema es “La rica poesía de los alimentos” a la que hemos realizado algunas pequeñas modificaciones para que nuestro cocinero Valentín sea su protagonista.

   

Por último queremos mostraros nuestro tren de la alimentación ya terminado y el rincón de exposición donde hemos ido colocando todas las aportaciones que hemos ido haciendo a lo largo de esta nutritiva aventura.